Cuauhtémoc, conocido por los conquistadores españoles como Guatemuz, fue el último emperador azteca. Su título era de tlatoani, o sea gobernador de México-Tenochtitlan, la capital del imperio mexica. El nombre de Cuauhtémoc significa, en náhuatl, “águila que descendió”.
Asumió el poder en 1520, un año antes de la conquista de Tenochtitlan realizada por los conquistadores de Hernán Cortés. Aunque al momento de su coronación, los conquistadores habían sido expulsados de la ciudad, la capital seguía devastada. Faltaban alimentos y agua potable y además, los europeos habían traído una epidemia de viruela, antes inexistente, en las Américas. Antes de ser emperador, Cuauhtémoc había sido jefe de armas en la resistencia contra los conquistadores.
Suponiendo que los españoles iban a regresar, fortificó la ciudad y reorganizó el ejército. Cuando regresaron, un año después de la expulsión, los españoles traían más de cien mil aliados nativos, enemigos de los mexicas.
Los conquistadores, encabezados por Hernan Cortes, lograron apoderarse de la capital el 13 de agosto de 1521.
Cuauhtémoc intentó huir en una canoa con su familia y algunos de sus guerreros, pero fue capturado por uno de los hombres de Cortés. Cuauhtemoc le pidió que lo llevara ante el mismo Cortés. Lo que siguió fue consignado en fuentes escritas para Cortés y para cronistas españoles: señalando el puñal que llevaba Cortés, el emperador mexica pidió que fuera matado con él, porque había ya hecho todo lo posible para proteger su pueblo y su gente. Entre los guerreros mexicas, se consideraba que si alguien era capturado por los invasores, debería aceptar la muerte; este era visto como un sacrificio para los dioses, para seguir, como destino final, al sol.
Cortés no tenía ningún interés en ejecutarlo todavía. Pero, cuando se descubrió que el botín no correspondía a las expectativas de los españoles, pensaron que los aztecas debían de haber recuperado y echado el botín en la laguna o que alguien, incluso los aliados nativos o aun los españoles mismos, lo había robado. En esta fiebre de oro empieza la tormenta de Cuauhtémoc. Le quemaron las manos y los pies, pero Cuauhtémoc mostró un legendario estoicismo.
En 1524, Cortés embarca por un viaje a las Hibueras, Honduras de hoy, llevando también a Cuauhtémoc. Al conquistador le llegan rumores de que Cuauhtémoc estaba conspirando contra él. Cortés, sintiéndose amenazado, toma una decisión controvertida, que sus soldados criticaron: decidió ejecutar a Cuauhtémoc.
No se conocen exactamente la fecha y el lugar de su ejecución.
Hay una gran controversia con respecto a sus restos. En 1949, la arqueóloga Eulalia Guzman descubrió restos que atribuyó a Cuauhtémoc. Un año más tarde, se afirmó que no había evidencia científica para demostrar la pertenencia de los restos. Cuando la polémica se abrió de nuevo en los años 70, se formó una comisión multidisciplinaria para analizar de nuevo las pruebas. Los investigadores llegaron a la conclusión de que las pruebas habían sido manipuladas y que los restos humanos pertenecían a varias personas distintas, de periodos históricos distintos.
Cuauhtémoc es reconocido como un importante héroe nacional de México. Se pueden encontrar numerosos monumentos dedicados a Cuauhtémoc y poblados con su nombre, la mayoría en México, pero hay algunos también en otros países, como Argentina y Brasil.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/
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