Traducción: Crina Cristea
“El Hoyo” es una producción española lanzada en el otoño de 2019, producida por Galder Gatzelu-Urrutia. Tiene la duración de 94 minutos y su acción está ambientada en una cárcel vertical, llamada El Hoyo.
Compuesta por cientos de plantas, esta cárcel asigna 2 presos por cada planta, que tienen que cohabitar por 30 días, después de lo cual son trasladados a otras celdas junto a otros presos.
El particular de esta cárcel es que sus presos son alimentados a través de una plataforma, que dispone de una cantidad enorme de comida en la última planta, pero, mientras baja hacia las plantas inferiores del torre, se detiene por un periodo fijo de tiempo, y la cantidad de comida para los de la planta baja disminuye. Es inevitable que este sistema conduzca a conflictos, ya que los de las plantas más altas comen cuanto quieren, mientras los otros reciben sólo los restos.
La historia empieza cuando Goreng, el personaje principal, despierta en una celda de hormigón marcada con el número 48, teniendo como compañero de celda a Trimagasi.
Este le explica como funciona “El Hoyo” (otro nombre que los presos le dieron a la cárcel), precisando también que si alguien intenta guardar incluso un poquito de la comida de la plataforma, la temperatura de la celda subirá o bajará hasta valores fatales. Otro hecho que hay que evidenciar es que a cada preso se le permite traer consigo un objeto. Goreng elige un ejemplar de “Don Quijote”, y Trimagasi, un cuchillo que no se desafila, sin importar cuánto lo utilices.
Durante los primeros 30 días, Trimagasi revela que, cuando fue asignado al nivel 132, él y su antiguo compañero de celda mataron a un hombre que había caído de un nivel superior, para alimentarse. Un día, Miharu, una mujer un poco salvaje, sube en la plataforma con comida para buscar a su niña.
Durante los mismos días, se nos revela que Goreng se había ofrecido a pasar seis meses en la cárcel a cambio de un diploma y que Trimagasi está ejecutando un castigo de un año por homicidio. En el primer mes, los dos se hacen amigos, pero, el primer día después del traslado, Goreng despierta atado a su cama. Los dos han sido trasladados al nivel 171, donde la plataforma llega vacía la mayoría de las veces. Trimagasi le explica a Goreng que piensa en alimentarse con partes de su cuerpo si no le va a bastar la comida.
¡Atención: spoiler! Siguen detalles que quizás no quieras leer si todavía no has visto la película. Salta al final del artículo para leer nuestra reseña.
En el ocho día del mes y el segundo de encierro, Trimagasi empieza a cortarle el pie a Goreng, pero es matado por Miharu, la mujer que sigue en busca de su niña.
Miharu corta parte de la carne de Trimagasi, alimentando a Goreng y a sí misma. El protagonista intenta descubrir más detalles sobre la hija de Miharu, pero ella decide no decirle nada y volver a la plataforma. La noche antes de la repartición, Goreng es perseguido por el fantasma de Trimagasi, que lo amenaza que nunca va a deshacerse de él.
Después de la segunda repartición, precisamente en el tercer mes, Goreng despierta al nivel 33, teniendo como compañera de celda a una mujer de edad media, llamada Imoguiri, y a su perro, Ramsés II. Goreng la reconoce como la persona que lo había interrogado antes de ser encerrado. Ella le revela que fue diagnosticada con cáncer en fase terminal y que se ha ofrecido como voluntaria con el intento de remediar la situación en el Hoyo, sin saber que significaba vivir allí. Imoguiri raciona su porción de comida e intenta, en vano, convencer a los presos del nivel 34 a hacer lo mismo.
Pasan las primeras dos semanas, y Goreng empieza a amenazarlos que va a defecar en su comida si no escuchan a Imoguiri, lo que resulta funcionar.
Un día, ella afirma que hay un total de solo 200 niveles. El mes siguiente, Goreng despierta en la planta 202 y constata que Imoguiri se había colgado. Perseguido por los fantasmas de Trimagasi e Imoguiri, empieza a comer parte de su propio cuerpo, utilizando las indicaciones del fantasma de su antiguo compañero de celda para sobrevivir.
Al principio del quinto mes, Goreng es trasladado al nivel 6.
Su nuevo compañero de celda, Baharat, intenta subir al nivel superior para escapar, pero no tiene éxito. Estimando que hay unos 250 niveles, Goreng convence a Baharat a subir a la plataforma con él para repartir la comida, de modo que cada preso reciba lo necesario para sobrevivir. Ellos protegen la comida hasta la planta 50, donde empiezan a distribuirla a todos los presos encerrados en las celdas.
Un sabio llamado Brambang los convence a enviar un mensaje simbólico a la administración del Hoyo, a través de un solo plato que dejan intacto. Los dos eligen la panna cotta como mensaje.
Mientras siguen bajando, distribuyen la comida, atacando a los que se niegan a cooperar. En su camino, encuentran a Miharu luchando contra otros dos presos e intentan salvarla, pero Miharu es asesinada y ellos son gravemente heridos. Goreng y Baharat siguen bajando, llegando al nivel 333, donde se detiene la plataforma. Goreng ve una niña (la hija de Miharu, escondida bajo la cama de la celda) y decide darle de comer la panna cotta intacta, guardada como “mensaje”, a pesar de la reticencia de Baharat.
Goreng se queda dormido y sueña con Baharat que le dice que la niña es el mensaje.
Al día siguiente, Goreng encuentra a Baharat muerto, debido a la hemorragia causada por las numerosas heridas. Goreng lleva la niña consigo cuando llega la plataforma. Bajan en el fondo del hoyo, donde Goreng alucina y ve de nuevo a Trimagasi, que le dice que “el mensaje no necesita ningún portador”. La película acaba con Goreng bajando al andén y alejándose junto a Trimagasi, los dos dándose la vuelta para mirar a la niña mientras sube a los niveles superiores en la plataforma.
Reseña: “El Hoyo”
Personalmente, he intentado tomar elementos de la vida real y atribuirlos a ciertos elementos de la película. He interpretado la cárcel como un sistema corrupto, un sistema en el cual cada persona lucha solo por su bien y nada más, sin importarle los demás. Los presos de la parte superior del Hoyo los he comparado con la gente rica, y a los de los niveles inferiores, con la gente corriente, gente que no se da cuenta de las injusticias a las cuales está supuesta.
A Miharu la he considerado el 1% de la gente corriente que se ha dado cuenta del daño que se le hace y que intenta cambiar al menos un poco la mentalidad de los demás. Imoguiri representa la parte corrupta de la burguesía, que se ha despertado en el último momento y que intenta remediar la situación que se ha creado. Para concluir, “El Hoyo” resultó ser una película interesante, que sorprende alegorías sociales, cambios de situación, violencia, masoquismo, sadismo, altruismo, y sin embargo ofrece sorpresas agradables para los que lo han visto, todas envueltas de una manera que refleje el mundo del siglo XXI.
Según Wikipedia.org, la película ha obtenido nuevas reseñas tras ser entre las películas más vistas durante la pandemia de COVID-19. Sam Jones de The Guardian sugirió que es “la parábola perfecta de la vida durante la pandemia y una investigación detallada de la manera en la cual una crisis puede sacar a la luz no solo la estratificación de la sociedad humana, pero también el inmutable egoísmo codificado en nuestro ADN.”
Aquí puedes leer el artículo original en rumano.
FUENTE:
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