¡Deja de fumar! – 9 transformaciones que ocurren en tu cuerpo

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Traducción: Alina Alexandra Gall 

Dejar de fumar puede ser un camino extremadamente difícil, plagado de obstáculos, que puede durar de días a meses, o tal vez incluso años. Sin embargo, este camino no es imposible, la motivación y la conciencia del peligro para la salud son la base del éxito. Aunque la mayoría de los fumadores creen que los efectos del tabaquismo para el corazón y los pulmones son irreversibles y que no hay posibilidad de regenerar el cuerpo y aumentar la calidad de la vida, la verdad es otra.

En otras palabras, después de fumar el último cigarrillo, el cuerpo comienza su propio proceso de curación de todo lo que ha sido destruido o afectado por el tabaco. Con cada minuto, los riesgos de la enfermedad pulmonar, cardiaca o cáncer (de estómago, páncreas o hígado) disminuyen significativamente, la piel lucha por recuperar su elasticidad y el color de los dientes y las encías comienzan a volver gradualmente a la normalidad.

Así, las transformaciones que atraviesan el cuerpo cuando un fumador abandona este hábito comienzan a ocurrir desde la primera hora después del último humo. A continuación, veremos de qué cambios se trata y qué beneficios para la salud tendremos  si dejamos de consumir tabaco.

20 minutos después

Solo 20 minutos después del último cigarrillo, el cuerpo ya comienza a trabajar para recuperar el equilibrio. Por lo tanto, si la nicotina de los cigarrillos induce latidos cardíacos rápidos y una presión arterial alta que pueden tener consecuencias mucho más graves, como un ataque cardíaco o un derrame cerebral, después de la abstinencia de esta sustancia, la presión arterial vuelve a los estándares normales y los latidos del corazón recuperan su ritmo natural. La circulación sanguínea también mejorará, aumentando la temperatura de las manos y de los pies.

8 horas después

Después de 8 horas de abstinencia del tabaco, el nivel de monóxido de carbono y nicotina en la sangre se reducen a la mitad. Cuando un fumador inhala monóxido de carbono del humo del cigarrillo, reemplaza las partículas de oxígeno en la sangre, evitando que lleguen al corazón, al cerebro u a otros músculos. 

Los síntomas que se experimentan cuando el nivel de monóxido de carbono es alto son: dolores de cabeza, pulso acelerado o mareos. Al mismo tiempo, después de 8 horas, comienzan a aparecer los antojos que se sienten cuando una persona deja de fumar. Por lo general, duran unos minutos y se pueden controlar sustituyendo los cigarrillos por fruta, enjuague bucal o chicle.

12 horas después 

Después de 12 horas, el nivel de monóxido de carbono en la sangre disminuye y vuelve a la normalidad. Por lo tanto, el oxígeno llegará fácilmente a las células y luego será bombeado por el corazón al cerebro y a otros tejidos sin ningún peligro.

24 horas después 

Solo un día después de dejar de fumar, se reduce la posibilidad de sufrir un ataque cardíaco. Además, en tan poco tiempo tu respiración mejorará, probablemente no estarás cansado y volverás a disfrutar de los ejercicios físicos, tan benéficos para el cuerpo, sin jadeos ni hiperventilación. 

48 horas después 

Fumar destruye gradualmente los receptores responsables del gusto y del olfato. Sin embargo, después de solo 2 días, estos receptores comienzan a sanar y podrás tener el sentido del olfato, pero también del gusto, mucho más fuertes que cuando fumabas. También después de 48 horas los antojos se intensifican, provocando incluso dolores de cabeza, ansiedad, tristeza o mareos. En la mayoría de las veces, las personas caen presas de estas sensaciones y recurren a los cigarrillos de nuevo con el deseo de sentirse mejor.

Bueno, ¡esta no es la solución! Una vez que te embarques en este viaje, debes recordar cada vez que sientas la necesidad de un cigarrillo, que no son tan benéficos y útiles como pensabas. Para resistir a las tentaciones, intenta mantenerte ocupado con todo tipo de actividades, frecuenta los lugares donde está prohibido fumar o reemplaza los cigarrillos que estabas acostumbrado a fumar por pequeños bocadillos.

Desde 2 semanas hasta 3 meses 

Durante este período tendrás cada vez más energía y el ejercicio físico será más fácil debido a que los pulmones están más limpios y fuertes. La nicotina desaparece por completo del cuerpo, la circulación sanguínea mejora y el riesgo de ataque cardíaco es cada vez más bajo. Después de unos 3 meses, todos esos antojos y sensaciones provocados por la falta de nicotina (enfado, tristeza, ansiedad, antojos) desaparecen casi por completo.

1 año después

Después de 1 año, las posibilidades de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral se reducen casi a la mitad en comparación con las de una persona que continúa fumando. Además, las posibilidades de que aparezcan coágulos de sangre están disminuyendo.

5 años después 

Dejar de fumar durante un período tan largo, más de 5 años, es un logro extremadamente importante para los exfumadores. Después de tanto tiempo, el ejercicio físico puede parecer pan comido. La tos solo se produce en caso de resfriado y la circulación sanguínea es tan buena como la de una persona que nunca ha fumado. Además, después de 5 años, las posibilidades de contraer cáncer de cuello, esófago o páncreas disminuyen considerablemente.

10 años después 

Las posibilidades de contraer cáncer de pulmón y morir se reducen a la mitad en comparación con una persona que ha seguido fumando todos estos años. Además, la tasa de enfermedad cardíaca es igual a la de una persona que nunca ha fumado en su vida. El cuerpo ha pasado por todas estas transformaciones, luchando duro para regenerarse, curarse y deshacerse de la toxicidad de la nicotina y de sus desastrosos efectos.

Al principio, tal vez los dolores de cabeza causados ​​por la falta de cigarrillos serán extremadamente difíciles de soportar. Pero, pasando por todas estas etapas, notarás que solo quedarán sensaciones y recuerdos lejanos, y los beneficios de excluir el tabaco de tu vida se verán con extrema claridad tanto en el cuerpo como en la mente y el bienestar.

¿Cuáles son los pasos necesarios para dejar definitivamente los cigarrillos?

En primer lugar, es apreciable que tengas este deseo y que quieras eliminar los cigarrillos de tu vida. Para empezar, necesitas saber por qué lo estás haciendo, para tener un buen motivo. Por lo tanto, ya sea que lo estés haciendo para deshacerte del humo del cigarrillo de la ropa y de la respiración, o para prevenir el cáncer o las enfermedades cardíacas, o para rejuvenecer la piel y restaurar su elasticidad, la razón debe ser lo suficientemente fuerte y hay que creer en ella a lo largo de esta lucha contra el tabaco.

En segundo lugar, hay una serie de personas que dejan de fumar de forma repentina y una serie de personas que reducen la cantidad de cigarrillos con cada día que pasa. Aunque este proceso es diferente de una persona a otra, los expertos dicen que quienes renuncian repentinamente a los cigarrillos serán más propensos a hacerlo permanentemente, en comparación con quienes pasan de un paquete al día a solo unos cuantos cigarrillos.

También es preferible tirar todos los ceniceros, cigarrillos o encendedores de la casa. Al mismo tiempo, trata de no practicar los hábitos que asocias con fumar durante un tiempo. Por ejemplo, un gran número de personas asocia el café con los cigarrillos. Trata de mantenerte ocupado y, en lugar de la famosa pausa para fumar, sal a caminar durante 5 minutos o lee algunas páginas de un libro. 

Los antojos es otro impedimento que se da cuando intentas resistir a la tentación de fumar. La motivación no debe faltar: es recomendable que, cada vez que aparezca el antojo por el cigarrillo, optes por unos pequeños bocadillos que te hagan igual de feliz. Es importante no ceder y recordar todos los días que el resultado importa, y cada día que pasa representa la reconstrucción de la base de tu salud.

Mi experiencia 

Mi experiencia con los cigarrillos y el intento de dejar de fumar fue también de altibajos. Todo empezó hace 6 años, cuando empecé a fumar por pura curiosidad, probablemente impulsada por las circunstancias de la adolescencia. Pero nunca he sido ese tipo de persona que fuma un paquete al día. Durante estos años tuve varias pausas, las más largas incluso de algunos meses, precisamente porque no consideraba el fumar como una adicción, sino como una acción que hacía por aburrimiento, de vez en cuando. 

Desde mi punto de vista, se configura como un hábito, una práctica asociada a determinadas acciones que las personas hacen en la vida cotidiana, con determinados estados o sentimientos, llegando a estar estrechamente relacionados con ellos. Pero siempre he sido consciente de que los cigarrillos no calman, no relajan, no resuelven de repente todos los problemas y el mal humor, sino que por el contrario, son muy perjudiciales para la salud y, encima de eso, hacen un enorme agujero en el presupuesto.

Simplemente creo que queremos que ese cigarrillo nos libere de las preocupaciones durante unos segundos y creamos estos pensamientos, hasta llegar a creer firmemente en ellos.

Como dije, tuve períodos y períodos: días en los que fumaba, días en los que ni siquiera quería oír hablar de los cigarrillos. Pero el último año para mí fue una verdadera prueba. Solo me bastó unos minutos de tomarme una pausa, preguntarme si realmente valía  la pena dañar mi salud y la calidad de vida por algo que realmente no me ayuda para nada, no me aporta ningún beneficio y que es inútil. Estaba harta del humo, de las cenizas, del horrible olor que dejan los cigarrillos. 

Por lo tanto, inicialmente intenté reemplazarlos con un dispositivo electrónico, que eliminaría las cosas negativas enumeradas anteriormente. Aunque ese dispositivo no aportó ningún beneficio para mi salud, puedo decir que me ayudó a no soportar los cigarrillos normales, y además, a no soportar a una persona fumando en mi presencia. Después de solo dos meses, dejé también ese cigarrillo electrónico y mantuve mis antojos bajo control a través de pequeños pasteles, bocadillos, frutas o agua con vitaminas. 

Como dije antes, la clave es la motivación y la conciencia de los peligros. Aunque los cigarrillos no parecen tan dañinos, son nocivos y sus efectos se ven y se demuestran con el tiempo. La vida es demasiado preciosa, deberíamos disfrutar de cada momento que tenemos en la Tierra, sin intentar sabotearnos a nosotros mismos. 

Una vez que encuentres la motivación necesaria y decides dejar de fumar, ¡no  te rindas! Tu cuerpo te agradecerá en el futuro por liberarlo de una sustancia tan dañina.

 

Fuentes: fumar fumar fumar

  • University of Oxford. (2016, March 14). If you want to quit smoking, do it now: Stopping smoking abruptly is a better strategy than cutting down before quit day. ScienceDaily. Retrieved January 28, 2021 from www.sciencedaily.com/releases/2016/03/160314211358.htm
  • American Cancer Society. Within minutes of smoking your last cigarette, your body begins to recover.
  • World Health Organization: “Fact sheet about health benefits of smoking cessation.”
  • National Institutes of Health: “Benefits of Quitting.”
  • British Lung Foundation: “When will I feel better if I stop smoking?”

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