La promesa es una leyenda castellana que apareció en el año 1863 y pertenece al conjunto de narraciones de carácter post-romántico escritas por Gustavo Adolfo Bécquer.
Los acontecimientos de “La promesa” se deslizan en la edad media, durante la época de caballeros y conquistas. El lugar de los hechos es real, un lugar de Castilla, reino de Gómara y Sevilla. La historia se desarrolla en la época del rey Fernando, durante la lucha para sacar a los infieles de Sevilla:
Nuestro señor el conde de Gómara parte mañana de su castillo para reunir su hueste a las del rey Don Fernando, que va a sacar a Sevilla del poder de los infieles.
Como se puede observar, la leyenda La promesa se desarrolla en la época del rey Fernando, cuando este tiene que ir a la guerra para sacar a los infieles de Sevilla.
La leyenda de amor La promesa tiene como tema principal el amor inalcanzable. También aparece el amor postmortem, así como se puede observar en la cantiga El Romance de la mano muerta, cantiga que se incorpora en la narración.
Si miramos a la estructura externa del texto, observamos una leyenda en prosa y verso, cuyo tipo de discurso principal es la narración y el diálogo. La mayoría de los versos son octosílabos La/ ni/ña/ tie/ne/ un/ a/man/te, por lo tanto, de arte menor. Riman los versos pares en asonancia, quedando libres los impares: decía/ partía”, “amante/ anuncia.
La composición poética de la obra La promesa es un romance de forma métrica, que ha sido iniciada en la Edad Media.
La leyenda La promesa, aunque tiene un desarrollo lineal, no presenta una introducción:
Margarita lloraba con el rostro oculto entre las manos; lloraba sin gemir, pero las lágrimas corrían silenciosas a lo largo de sus mejillas, deslizándose por entre sus dedos para caer en la tierra, hacia la que había doblado su frente.
Desde el comienzo podemos observar que tenemos un narrador en 3º persona omnisciente, que sabe lo que piensan y sienten los personajes, pero no interviene en los acontecimientos de los hechos.
La narración contiene 5 capítulos que están divididos en tres partes: el planteamiento, el nudo y el desenlace.
El planteamiento de La promesa empieza con un diálogo entre dos enamorados, Margarita y Pedro. Ellos se están despidiendo con tristeza, porque Pedro tiene que ir a la guerra y luchar al lado del Conde de Gómara. Margarita llora mucho y le preocupa que su amado no regrese sano y salvo, pero él le promete que volverá para casarse con ella y le dice:
… para ti el amor es todo, y tú no ves nada más allá del amor”, “Volveré, te lo juro; volveré a cumplir la palabra solemnemente empeñada el día en que puse en tus manos ese anillo, símbolo de una promesa.
El nudo comienza en el momento en que Margarita se entera que su amado Pedro y el Conde de Gómara son la misma persona y esto le provoca angustias a ella y a su familia, porque sus hermanos creen que ella se quedará “viuda” antes del casamiento. Las sospechas de sus hermanos aumentan con el paso del tiempo, porque el Conde parece que no va a regresar. Durante su viaje, el Conde Pedro se encuentra con un par de situaciones sobrenaturales (o más bien divinas), donde comienza a ver una mano con un anillo por todos lados.
A donde su mirada se dirigía, él podía observar una mano, incluso en uno de sus tantos enfrentamientos para conquistar Sevilla, esa mano lo había salvado de la muerte. Pedro le comenta sobre estos acontecimientos a uno de sus escuderos, pero ese piensa que el conde está loco. Pero un día, el Conde oye a un juglar contar la historia de una mujer que tras quedar deshonrada por su amante, ya que este no vuelve, es matada por su hermano. A la hora del entierro, lo único imposible de cubrir es su mano en la que llevaba puesto un anillo.
El desenlace empieza cuando el Conde, al oír el cantar “de la mano muerta”, descubre que se trata de Margarita y vuelve a Gómara para acudir al lugar donde ella está enterrada. Estrecha su mano y se casa con ella. La mano se hunde para siempre. De esta manera, el alma de Margarita puede descansar en paz. Al final, el conde pudo cumplir con su promesa. Desde ese momento cada primavera, florecen innumerables margaritas sobre la tumba de la joven:
Al pie de unos árboles añosos y corpulentos hay un pedacito de prado que, al llegar la primavera, se cubre espontáneamente de flores.
La leyenda es una historia romántica de amor porque nos cuenta la vida amorosa de dos enamorados. Margarita y Pedro son los protagonistas. Margarita acaba muriendo de amor, asesinada por su hermano, por la marcha de su amante a Sevilla. Pedro, conde de Gómara, y amante de Margarita, se va a Sevilla para ayudarlo en la guerra al Rey Fernando.
En el desarrollo del cuento, también aparecen algunos personajes secundarios:
- el juglar, que cuenta la historia de Pedro y Margarita, y gracias a él, el Conde se entera de lo que ha pasado con su amada;
- el escudero, que escucha al Conde cuando este cuenta su experiencia sobre la mano que ve por todos lados e intenta tranquilizarlo;
- el rey Fernando, rey de Sevilla que es ayudado por el Conde de Gómara a expulsar a los árabes.
Desde el comienzo de la lectura nos podemos dar cuenta de que se trata de un amor imposible: la historia de amor entre los protagonistas no tiene un final feliz, porque el amado se va a la guerra, y aunque promete volver para casarse con su amada, tarda en hacerlo.
Volveré, te lo juro; volveré a cumplir la palabra solemnemente empeñada el día en que puse en tus manos ese anillo, símbolo de una promesa.
La protagonista muere, esta noticia provocándole al amado un gran sufrimiento:
… pero el conde, con los ojos fijos en el juglar, permaneció inmóvil, escuchando esta cantiga.
En el momento en que Pedro le dice a Margarita que se tiene que ir a la guerra: “y yo debo partir con el conde” interviene la frustración. Margarita sufre una frustración al pensar que Pedro la abandonó:
– ¡Pedro! -exclamó entonces Margarita dominando su emoción y con voz resuelta y firme-. Ve, ve a mantener tu honra.
Pedro también sufre al ver que ella está muerta y que no hayan podido disfrutar de su amor.
El tema de la fidelidad también está muy bien reflejado dentro de la leyenda La promesa. Pedro se entrega a su amada prometiéndole esta fidelidad, garantizándole el casamiento a la vuelta de la guerra.
Volveré, te lo juro; volveré a cumplir la palabra solemnemente…
Por otro lado, Margarita se muestra fiel a él, esperándole hasta su último día:
-Ve a mantener tu honra; pero vuelve…, vuelve a traerme la mía.
A pesar de ser un romántico, Pedro, que en realidad es el conde de Gómara, demuestra ser un patriota y un hombre de honor.
“La Promesa” es una leyenda en la que se observa claramente que Pedro hace honra a su patria, porque decide ir a la guerra, de esa manera dejando a Margarita desolada. Por sus actos nos podemos dar cuenta que el patriotismo y el honor hacia su rey Don Fernando, son más poderosos que el amor por la amada. Pretende casarse con ella, pero prioriza los hechos, haciendo honor a ese ideal de caballero patriota del Romanticismo.
Como es un romántico, Pedro huye de la realidad y se casa con Margarita después de su muerte. Posiblemente Bécquer quiso evidenciar la fuerza de los sentimientos y vemos como Pedro acaba casándose con su amada muerta.
… arrodillado sobre la humilde fosa, estrechó en la suya la mano de Margarita, y un sacerdote autorizado por el Papa bendijo la lúgubre unión.
Se casa con ella porque, aparte de quierer devolverle el honor, no puede aceptar su muerte.
Durante la lectura podemos observar la presencia de la naturaleza. El nombre de la protagonista también nos lleva con el pensamiento a la naturaleza, porque su nombre significa un nombre de flor, margarita.
… la luna comenzó a dibujarse vagamente sobre el fondo violado del cielo del crepúsculo, y unas tras otras fueron apareciendo las mayores estrellas […] Al pie de unos árboles añosos y corpulentos hay un pedacito de prado que, al llegar la primavera, se cubre espontáneamente de flores .
La leyenda presenta un ambiente misterioso, con castillos, templos, montes, monasterios en ruinas, donde se producen hechos sobrenaturales, como la mano de Margarita:
… créeme, no fue una ilusión, vi una mano que […] me salvó milagrosamente […], una mano hermosa, blanca hasta la palidez, que descorrió las cortinas, desapareciendo después de descorrerlas. Desde entonces, a todas horas, en todas partes, estoy viendo esa mano misteriosa [….].
La he visto, al expugnar el castillo de Triana, coger entre sus dedos y partir en el aire una saeta que venía a herirme; la he visto, en los banquetes donde procuraba ahogar mi pena entre la confusión y el tumulto, escanciar el vino en mi copa, y siempre se halla delante de mis ojos, y por donde voy me sigue: en la tienda, en el combate, de día, de noche… Ahora mismo, mírala, mírala aquí apoyada suavemente en mis hombros.
En el artículo BÉCQUER. ORIGEN Y ESTÉTICA DE LA MODERNIDAD, que fue presentado por Cristóbal Cuevas García y Enrique Baena en el Congreso de Literatura Española Contemporánea de la Universidad de Málaga, del año 1993, el elemento maravilloso fue definido de la siguiente manera:
El elemento maravilloso de La promesa, de clara raíz amorosa, se centra en esa mano mágica, acusadora y amorosa al mismo tiempo, capaz de detener un corcel que se adentra en una espesura de lanzas, quebrar una saeta o sobresalir de la tumba denunciando calladamente al de Gómara por haber roto una promesa de amor. Al final de la leyenda, el colofón de lo maravilloso se torna decididamente primaveral con la aparición de las flores.
Como ya hemos observado, la leyenda La promesa es una historia romántica de amor que tiene un carácter íntimo, evoca el pasado histórico y trata un amor imposible que acaba con la muerte de la amada, elemento característico del Romanticismo. Las acciones de Pedro, al huir de la realidad para casarse con Margarita después de su muerte, nos lleva al pensamiento de que Bécquer quiso poner un gramo de subjetivismo a su obra, porque la razón no puede explicar la realidad:
En un lugarejo miserable y que se encuentra a un lado del camino que conduce a Gómara he visto no hace mucho el sitio en donde se asegura tuvo lugar la extraña ceremonia del casamiento del conde.
Con la obra La promesa posiblemente Bécquer quiso evidenciar la fuerza de los sentimientos y vemos como Pedro acaba casándose con su amada muerta:
… arrodillado sobre la humilde fosa, estrechó en la suya la mano de Margarita, y un sacerdote autorizado por el Papa bendijo la lúgubre unión.
Se casa con ella porque, aparte de quierer devolverle el honor, no puede aceptar su muerte. De esta manera, el cumple con su promesa, demostrando que el amor no termina con la muerte física, así como el propio Francisco Quevedo menciona en su famosa obra Amor constante más allá de la muerte.
Bibliografía:
- La Promesa, Gustavo Adolfo Bécquer
- http://www.cervantesvirtual.com/
- https://es.scribd.com/
- BÉCQUER.ORIGEN Y ESTÉTICA DE LA MODERNIDAD” , Cristóbal Cuevas García y Enrique Baena Congreso de Literatura Española Contemporánea de la Universidad de Málaga, 1993.